Las siglas han dado tema para hablar a cientos de economistas, y también han preocupado a grandes países por dónde los incluían en las clasificaciones. Pero sin más, no eran otra cosa que siglas… Sin embargo, vimos años de extraordinario éxito en las inversiones bursátiles al acuñar el término BRIC para las economías más grandes de los mercados emergentes (Brasil, Rusia, India y China); y por ello, nunca está demás mostrar otros grupos en crecimiento.
Hace ya varios meses, estrategas internacionales han indicado que esos países son ahora parte de un nuevo grupo llamado TIMBI, conformado por Turquía, India, México, Brasil e Indonesia, cuyas características en demografía, democracia y tamaño ofrecen mayor potencial de crecimiento que países como China en los próximos años.
No obstante, en el mes de febrero pasado, apareció una sigla menos conocida que se está popularizando. Se trata de los países MIST. La palabra que en inglés significa niebla, está formada por las iniciales (en inglés) de México, Indonesia, Corea del Sur y Turquía.
Son los cuatro mayores mercados en el fondo de capital de Goldman Sachs Next 11 (N-11), inaugurado en febrero del 2012.
Destacamos que, mientras superan las ganancias del BRIC, los países MIST no se acercan en tamaño de población o producción económica.
En este sentido, el grupo MIST representa aproximadamente 73% del PIB de N-11 en el 2011. Con excepción de China, el grupo MIST registró el índice más alto de apertura de comercio del 2012 durante el Foro Económico Mundial en Ginebra.
Ya sea como TIMBI o como MIST, lo importante es que México ahora es el centro de promoción y difusión en importantes foros internacionales.
La economía de México creció 4.6% en los tres primeros meses del 2012, el ritmo más rápido en seis trimestres. Muy en línea con este juego de abreviaciones, celebremos que estamos de MODA (México, Oportunidad, Destino, Ahora).
Un caso exótico: Turquía
Ser competitivo no puede ser fácil. Turquía tiene costos laborales relativamente elevados y sus exportaciones principales -automóviles y textiles- están bajo la presión de sus rivales asiáticos, mientras que las inversiones de alta tecnología no son algo habitual en Turquía.
La tasa de actividad de las mujeres es baja, 22% y hay grandes disparidades económicas entre las zonas más ricas, como los alrededores de Estambul, y al este del país y el nordeste, donde los ingresos per cápita son inferiores a un factor de 10.
El desempleo juvenil es alto, 25% según la OCDE y sabemos que una población joven puede estimular el crecimiento si se las orienta correctamente. A diferencia de las economías crecientes de Asia, el ahorro interno es bajo, mientras que Turquía parece tener un equilibrio en su balanza de pagos.
