Muchas veces se tratan los temas económicos o más bien se aprenden bajo los supuestos de la economía clásica o neoclásica.
Ante las críticas que se han exhibido en la práctica existen diferentes contraste pero esto a su vez ha ayudado a que la misma ortodoxia económica evolucione y haya permitido el nacimiento de la teoría de la nueva economía clásica o nueva macroeconomía clásica, que no es más que una escuela del pensamiento macroeconómico que se basa principalmente en el análisis de la vertiente monetarista, precisamente, de la economía neoclásica.
Supuestos de la nueva economía clásica
Prácticamente la nueva macroeconomía clásica basa su estudio del comportamiento de los individuos a fin de entender los fenómenos económicos generales a largo plazo. Otra forma de observarlo es que la nueva economía clásica se basa en producir bases microeconómicas a las propuestas generales acerca de la macroeconomía. Lo último importante ya que la macroeconomía se deriva de un agregado de las decisiones que toman los individuos.
Ahora, la nueva economía clásica se fundamenta en el comportamiento de individuos observado al nivel microeconómico, donde los individuos dejan de equivocarse sistemáticamente, sino que ahora aprenden de sus errores, toman toda la información que tienen disponible para optimizar y tomar su mejor decisión, a esto se le llama expectativas racionales.
Representantes de la nueva economía clásica:
- Milton Friedman (considerado padre intelectual de la escuela de Chicago moderna)
- Robert Lucas (uno de los primeros en usar el término “Nuevos clásicos”)
- George Stigler
- Ronald Coase
- Gary Becker
- Roger B. Myerson.
Así tenemos que la principal finalidad de la escuela nueva clásica es proveer fuertes fundaciones microeconómicas a propuestas generales al nivel macroeconómico.
Metodología
La nueva economía clásica se sustenta fuertemente en las matemáticas utilizando optimizaciones dinámicas y la teoría de juegos. Econométricamente, se trata de evaluar los denominados “parámetros profundos” o “relaciones verdaderamente estructurales” donde se asume que en realidad las políticas económicas dependen de conductas económicas relacionadas con las expectativas que tienen los agentes económicos acerca de otras variables económicas como lo son el niveles de precios, en nivel de ingreso, disponibilidad de productos a largo plazo. Prácticamente la nueva economía clásica sugiere que al ser los individuos y sus expectativas los que determinan el comportamiento de la economía y gracias al ajuste de las expectativas las propias fuerzas del mercado regresan a la economía a su equilibrio, por lo tanto, una de las conclusiones importantes de esta teoría es que el gobierno solo causa fallos de mercado o externalidades por lo cual no deben intervenir en las fuerzas del mercado.
Bajo la premisa anterior también se supone que tanto los salarios como los precios se ajustan ante cualquier cambio y restablecen un equilibrio. Un ejemplo claro para esta corriente es lo que ocurre entre los individuos y empresas que buscan maximizar sus beneficios ya que bajo esta teoría, no solo pueden hacerlo en el presente inmediato, sino a lo largo de periodos prolongados, esto debido a las expectativas de los agentes como el factor temporal. A lo anterior se le conoce como la condición de intertemporalidad.
Prácticamente todo gira en torno a las expectativas por lo que este modelo incluye también las expectativas a largo plazo necesita. Fallos en las expectativas que son causadas cuando el gobierno sorprende a los agentes o se da una situación inesperada pueden desencadenar un desfase entre los objetivos que se buscan y la conducta agregada que pueden llevar a la perdida de cualquier ventaja hipotética de las propuestas.
Es importante destacar que la forma en cómo se observan las expectativas en los modelos de nueva economía clásica es cuando existe una perturbación monetaria, con esto nos referimos cuando el gobierno decide implementar una política monetaria ya sea expansiva o restrictiva, aquí se asume que los agentes toman esa información y la ajustan a sus expectativas, a pesar de que los agentes son racionales no significa que no se equivoquen pero, por su misma racionalidad las personas, al menos así se asume en esta teoría, aprenden de sus errores.
La conclusión principal de la nueva economía clásica es que:
“Un agente económico es la unidad básica de operación en el modelo. Generalmente consideramos que el agente económico es un individuo…. Sin embargo, en algunos modelos económicos, se considera como un agente una nación, una familia o un gobierno. En otras ocasiones, el individuo es disuelto en una colección de agentes económicos, cada uno actuando en circunstancias diferentes y cada uno considerado un agente económico”.