Indice de morosidad sistema bancario‏

La Comisión Nacional Bancaria y de Valores da a conocer mensualmente las cifras del Indice de morosidad (Imor).

En febrero de este año, el Índice de Morosidad (Imor) de la cartera total del sector financiero registró un incremento anual de 0.77 puntos porcentuales, al ubicarse en 3.39 por ciento.

Los créditos a empresas registraron un Índice de Morosidad de 1.51 puntos porcentuales más en el último año, al ubicarse en 3.68 por ciento en febrero, derivado del impacto de los problemas financieros de las principales desarrolladoras de vivienda.

El segmento de tarjetas de crédito registró un Imor de 4.98 por ciento, un avance de 0.08 puntos porcentuales en el periodo; y los créditos personales presentaron un índice de morosidad de 7.62 por ciento, al avanzar 0.57 puntos porcentuales.

El porcentaje de créditos otorgados para la adquisición de bienes inmuebles que presentan un retraso se ubicó en 6.50 por ciento en febrero pasado, al registrar una avance anual de 3.25 puntos porcentuales.

La tasa de deterioro ajustada (TDA), que considera el monto castigado de las diferentes carteras, se ubicó al cierre de febrero en 6.09 por ciento para el total de la banca, al avanzar 2.70 puntos porcentuales en comparación con igual mes de 2013.

En el segmento de tarjetas de crédito, la tasa ajustada de deterioro se ubicó en 15.61 por ciento, 1.53 puntos porcentuales más respecto a febrero de 2013, y en créditos personales la TDA se ubicó en 16.19 por ciento al avanzar 1.63 puntos.

En los créditos automotrices, la TDA avanzó 0.57 puntos porcentuales y se ubicó en 3.97 por ciento a febrero de 2014, mientras que en el segmento de adquisición de bienes inmuebles creció 20.73 puntos porcentuales y se ubicó en 56.37 por ciento.

¿Qué es el Indice de morosidad (Imor)?

El Índice de Morosidad (IMOR) es la cartera de crédito vencida como proporción de la cartera total. Es uno de los indicadores más utilizados como medida de riesgo de una cartera crediticia la cartera de crédito se clasifica como vencida cuando los acreditados son declarados en concurso mercantil, o bien, cuando el principal, intereses  ambos no han sido liquidados en los términos pactados originalmente, considerando los plazos y condiciones establecidos en la regulación.

Para clasificar los créditos como vencidos con pago único de principal, se requieren 30 días o más de vencimiento; para el caso de los créditos revolventes, 60 días, y para el de los créditos a la vivienda, 90 días.

De acuerdo con la regulación aplicable, los créditos declarados vencidos que liquiden totalmente los saldos pendientes de pago o que siendo créditos reestructurados o renovados cumplan con el pago sostenido del crédito, volverán a considerarse cartera vigente.

Debido a que este rubro es una salida de cartera vencida, se registra con signo negativo. Los traspasos netos, son la diferencia entre los traspasos a cartera vencida y los traspasos a cartera vigente.

Parte de la cartera vencida se puede recuperar ejerciendo garantías (cobranza en efectivo o en especie), reestructurando créditos o liquidando créditos vencidos.

El monto recuperado se resta de la cartera vencida inicial.Las aplicaciones de cartera vencida, también conocidas como castigos, se de? nen como la cancelación del crédito cuando existe a suficiente de que el crédito no será recuperado.

El banco refleja estas aplicaciones en sus estados financieros utilizando las reservas previamente constituidas. La regulación permite que los bancos decidan si el crédito vencido debe permanecer en el balance o bien debe ser castigado y, por lo tanto, varía de acuerdo a las políticas establecidas por cada institución.

Otros movimientos que se toman en cuenta para el cálculo son: compras y ventas de cartera vencida y ajustes cambiarios para créditos denominados en otras monedas, ambos se agrupan en el rubro de ajustes adicionales.

Así, el saldo final de la cartera vencida se calcula como el saldo inicial más los traspasos netos, menos las recuperaciones, menos las aplicaciones, más los ajustes adicionales.

Todos estos movimientos de la cartera vencida hacen del IMOR una medida de difícil interpretación.

Un nivel dado de IMOR puede sobreestimar el riesgo de crédito, al incluir créditos vencidos viejos que serán castigados.

Una disminución del IMOR no implica necesariamente una disminución del riesgo de crédito, ya que puede explicarse por mayores castigos y no por un menor número de traspasos.

Igualmente, un incremento en el IMOR puede subestimar el riesgo de crédito, ya que refleja menos que proporcionalmente los traspasos de cartera vigente a cartera vencida ocurridos durante el periodo considerado.

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