El arte de saber hablar ante un público, sea grande o pequeño, es la clave del éxito para muchas personas, tanto así que, hay individuos que no han requerido estudiar demasiado o que no tienen un atractivo ya sea físico o material impresionante, pero que, al momento de hablar, de cierta forma nos cautiva, nos impresiona, nos emociona y si es vendedor, lo mas probable es que nos convence de adquirir su producto.
Saber hablar muchas veces ha estado asociado con personas que nacen con el don para hablar, otros dicen que se tiene que tener mucho “carisma” y algunos otros dicen que saber hablar ante un público es una tarea sumamente complicada.
En lo personal, he visto muchas personas desmoronarse ante un público, y hay que admitir que es imponente subirse a un escenario o simplemente exponer algún tema enfrente de tus compañeros de clase, sin embargo, hay pasos sencillos que usted puede seguir antes de decir unas palabras e ir mejorando, sin necesidad de pagar un costoso curso de oratoria.
Algunos consejos.
El secreto esta en la respiración. Generalmente, nos agitamos antes de tener que pararnos ante un público y aunque parece algo ridículo, si usted hace algunos ejercicios de respiración como inhalar y exhalar al menos 3 veces de manera profunda, vera que sentirá mucho mejor.
Haga ejercicios con su boca. Muchas veces parece que nuestro locutor tiene dificultades para mover los labios, sea claro con sus palabras, habrá lo suficientemente la boca para que los sonidos y la gramática sean claros.
Procure no leer mientras exponga y lo mas importante, sea objetivo y contundente con lo que diga, señale las cosas que son de interés para todos ¿cómo?, simple, recuerde lo que no le agradan de las exposiciones o conferencias y omítalo.
Contacto visual. Erróneamente, se decía que se fijara un punto en el horizonte para evitar los nervios y mirar permanentemente a ese punto imaginario, procure hacer contacto visual con sus escuchas, sean pocas o muchas personas, esto infaliblemente captará su atención.
Por último, procure no hacer tanto movimientos, muchas veces parece que nuestro conferencista tiene mucha comezón o quiere hacer algún tipo de baile, una forma de canalizar esos nervios es agarrando algo con la mano, ya sea el micrófono, un papel, una pluma, etc.