La suspensión de pagos o cesación de pagos, también conocida como Default, es una situación en la cual un comerciante o una sociedad mercantil se encuentra cuando no puede hacer frente a la totalidad de sus deudas por falta de liquidez.
Básicamente, es un procedimiento concursal con el objeto de arribar a un acuerdo entre el deudor y los acreedores, siempre bajo la supervisión judicial, sobre el modo en que se pagará.
Cabe mencionar que tiene ciertas diferencias con su “hermana” la quiebra. En este caso, el deudor tiene suficientes activos para hacer frente a sus deudas, pero sus activos no son lo suficientemente líquidos.
Es decir, podemos tener inmuebles por un valor superior a sus deudas, no obstante, no tenemos el dinero líquido al día de hoy para pagar. Por eso es que la suspensión de pagos es una situación concursal temporal, mientras que la quiebra es definitiva.
Después de aplicar un procedimiento judicial, la suspensión de pagos tiene dos vías para solucionarse:
- Liquidación de activos de la sociedad
- Acuerdos con los acreedores
En México, la situación de suspensión de Pagos, era regulada en la Ley de Quiebras y Suspensión de Pagos, ley que quedó abrogada mediante el artículo transitorio Segundo de la Ley de Concursos Mercantiles.
En consecuencia, únicamente tiene aplicación la Ley de Quiebras y Suspensión de Pagos, en aquellos procedimientos concursales iniciados con anterioridad a la vigencia de la Ley de Concursos Mercantiles.
