José López Portillo y Primera Crisis del Siglo XX:
La llegada de López Portillo pretendía establecer confianza en el País. Separó la Secretaria de Hacienda de la Secretaria de Programación y Presupuesto (autoriza el desembolso).
El petróleo llega a precios muy altos, y la economía llega a depender a las ganancias del petróleo, se empiezan a pedir fuertes sumas como préstamo a Estados Unidos (los que estaban en recesión), deuda que tenia que pagarse a tasas de interés muy altas, comenzando a bajar el precio del petróleo.
A finales de su gobierno se produce una fuerte devaluación del peso que se resuelve al estatizar la banca comercial privada al tiempo que expropiaban 6 mil millones de dólares de cuenta habientes que habían abierto cuentas en esa divisa en el país.
El resultado no fue extraño: la fuga de capitales que ya era fuerte se tornó absolutamente incontrolable. Esta medida, junto con el anuncio de moratoria de pagos de la deuda externa, provocaron dos sexenios de enorme devaluación. Durante el gobierno de López Portillo fue del 866% y durante el gobierno de su sucesor, Miguel de la Madrid, del 143%.
Crisis Económica de 1976
El problema de la política económica, que desencadenó la crisis de 1976 fue la incompatibilidad entre el número de objetivos y el número de instrumentos de política planteados desde un inicio, mientras que en el desarrollo estabilizador se contaba con tres objetivos de política económica (crecimiento económico, estabilidad de precios y estabilidad en la balanza de pagos, tipo de cambio fijo) y tres instrumentos (nivel degasto público, controles monetarios y endeudamiento externo) durante el desarrollo compartido la presidencia agregó la distribución del ingreso sin contraparte como instrumento. Más allá de observaciones tan puntuales, el problema era estructural.
El evento inicial fue el embargo de petrolero dictado en octubre de 1973 por la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en contra de los países que apoyaron a Israel en la guerra del Yon Kippur contra Siria y Egipto.
El estallido de la crisis mexicana del 76 se traduce en la culminación de un proceso que ya se venía surgiendo lentamente desde 1971, año en el cual se contrae la economía nacional registrándose un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 4.2%, considerado su peor dato registrado desde 1959. El impacto del colapso de la economía mundial va a significar para nuestro país el que prácticamente fueran suspendidas las compras de mercancías mexicanas en el mercado, traduciéndose esto a la vez en que la actividad industrial cayera severamente, un 6.7%, además de quiebras y despidos masivos.
La desprometedora situación de la economía mexicana de aquellos años hizo que los inversionistas se lanzarán a la búsqueda de acciones más seguras y rentables, por consiguiente se fugaron grandes cantidades de dinero al mismo tiempo que caía la inversión extranjera.
Ante esta problemática el gobierno, con Luis Echeverría al frente, se optó por tratar de financiar el déficit de divisas por medio de hacer un aumento de la deuda externa y las reservas internacionales (medidas adoptadas erróneas ya que solo aumento el déficit sin ver mejora), las reservas terminan por agotarse no dejando otro camino mas que el de devaluar el peso el 1 de septiembre de 1976 de 12.50 a 24.75 unidades por dólar. Con esta medida quedaba sin recursos la política de estabilización cambiara, el desarrollo estabilizador, que se extendió a lo largo de 22 años.