La obesidad es un problema que no es provocado por una única causa, sino que es una complicación de origen multifactorial, donde tenemos cuestiones como estilos de vida sedentaria, hábitos de alimentación malos, herencia genética, problemas de índole metabólicas, y entorno social, entre muchas otras cosas más, según han coincidido Coca-Cola México y Grupo PepsiCo.
Ya desde hace casi 2 años que existe la Ley para la Prevención y el Tratamiento de la Obesidad y los Trastornos Alimenticios en el Distrito Federal; y esta semana se han propuesto las nuevas disposiciones de las autoridades sanitarias, educativas y laborales con la idea y la esperanza de poder apoyar y fomentar actividades recreativas y culturales, tratando de llevar a una alimentación baja en grasas y azúcares.
Coca-Cola México asegura que hay dos puntos clave para comenzar: “que los padres de los niños menores de 12 años deben decidir qué consumen sus hijos; y que en las aulas donde los niños estudian deben estar libres de presencia comercial o publicidad“.
Los costos de las nuevas medidas a aplicar sería evaluar cuánto podrían disminuirán las ventas o los ingresos al salirse de las escuelas. No obstante, es un tema menor para sus directivos. Y esto se refleja que en los resultados de Coca-Cola Femsa (KOF), en el primer trimestre de este año, sus ingresos totales en México crecieron 2% al sumar 8,305 millones de pesos.
En la otra esquina, el Grupo PepsiCo afirmó estar convencido de que los problemas de desnutrición, sobrepeso y obesidad sólo pueden resolverse si trabajan gobierno, industria y sociedad juntos. Asimismo, su Presidenta Mundial y CEO, Indra K. Nooyi, anunció la adopción de una política global dejará de vender en 2012 refrescos con azúcar en primarias y secundarias. Por su parte, PepsiCo deberá incluir más granos enteros, frutas, vegetales, nueces y otras semillas en su portafolio, y así, disminuir para 2015 un 25% en sodio por porción y para 2020, un 15% de grasa saturada en las líneas de alimentos y un 25% de azúcar añadida en sus bebidas.
Por otro lado, aunque no esté relacionado con las refresqueras, Bimbo, se abstuvo de hacer algún comentario al respecto. Asimismo, esta compañía registró en el primer trimestre en México, un crecimiento de 3.4% al sumar 14 mil 300 millones de pesos, especialmente por el pan dulce y pastelillos.
La obesidad es un problema muy grave, junto con todas las demás enfermedades alimeticias y de nutrición. Por ello, las empresas deben comenzar a ser más socialmente responsables y abandonar el afán de lucro que mueve las masas. No se tienen que olvidar que si “matan” a sus consumidores, perderán demanda.