Bien sabemos que el problema de obesidad y sobrepeso ha aquejado a México y en función a eso, durante los últimos cinco años la producción de tallas superiores a 36 o extragrandes se ha triplicado.
La Cámara Nacional de la Industria del Vestido (CNIV) junto con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, y las secretarías de Salud y Economía realizarán un estudio antropométrico donde se medirán 400 partes del cuerpo a 16 mil 21 personas, hombres y mujeres de entre 18 y 65 años de edad, en 14 ciudades del país, esto, con la finalidad de entender con mayor precisión el fenómeno y producir ropa que se ajuste a las medidas actuales.
Lamentablemente, la tendencia de sobrepeso indica que habrá más consumidores de tallas extras, y aunque el sector de la industria del vestido busca atender esta necesidad, algunos especialistas en salud y nutrición, indican que fabricar ropa en tallas más grandes no es una solución al problema, sino que se manda un mensaje contradictorio a las personas.
Más insumos, más dinero
Aunque en primera instancia pudiéramos pensar que esta sería una excelente oportunidad de negocio para los empresarios, sin embargo, el constante incremento en los precios de materias primas pueda alcanzar hasta el 40 por ciento en algunos insumos específicos. Entre mas grande es la talla, mas son los insumos que se tienen que utilizar, y a la hora de meternos con los costos, podemos encontrar que deja mas vender ropa que no son de tallas extras.
Por otro lado, se tendrán que ajustar los patrones confeccionados para satisfacer la demanda del mercado
Datos económicos
La industria textil generó alrededor de 38,184 millones de pesos en el 2009 por la venta de tallas grandes; este fenómeno ocurre tanto en ropa para hombres como para mujeres.
Cinco años atrás, el 80 por ciento de la producción era de la talla 5 a la 11, actualmente, la talla predominante es la 15 mas una fuerte demanda por tallas aún mas grandes.