México estudia una emisión de bonos en yenes para cubrir anticipadamente necesidades de financiamiento de 2016.
Si bien para estos llamados bonos Samurai no hay fecha concreta, según Alejandro Díaz de León, jefe de la Unidad de Crédito Público, es probable que se realice una emisión en yenes.
Tras ventas de deuda este año en dólares y euros, ahora México considera emitir bonos Samurái luego de una emisión en julio del año pasado, cuando colocó bonos por el equivalente a 600 millones de dólares en papeles a 5, 10 y 20 años. La emisión de 20 años fue el primer bono Samurai de México con ese vencimiento.
La idea de una emisión en yenes buscaba aprovechar la mayor resistencia a la volatilidad que caracteriza a la curva de rendimientos y a los diferenciales de la deuda japonesa.
Para el presupuesto de 2016, México ha establecido como máximo la emisión de deuda internacional en 6.000 millones de dólares -en línea con las necesidades de este año- tras ajustar el gasto en respuesta a la caída en los precios del crudo.
Emisión Samurai 2014
México colocó tres Bonos Samurái en el mercado japonés por un monto total de 60 mil millones de yenes, equivalente aproximadamente a 590 millones de dólares por lo que con esta emisión se han cubierto las necesidades de financiamiento del Gobierno de la República en los mercados financieros internacionales para el 2014.
La colocación se dio en 3 tramos distintos con vencimientos en 2019, 2024 y 2034, los cuales otorgan un rendimiento al vencimiento de 0.80%, 1.44% y 2.57%, respectivamente. Estos rendimientos equivalen a un diferencial con respecto a la tasa de interés swap interbancaria de 50, 70 y 105 puntos base, respectivamente.
La colocación a 5 años logró un rendimiento y diferencial inferiores a los alcanzados en las emisiones realizadas en 2012 y 2013, mientras que la colocación a 10 años registró un rendimiento inferior incluso a los rendimientos obtenidos en las emisiones garantizadas por JBIC de 2009 y 2010 al mismo plazo.
La transacción tuvo una demanda de 2.5 veces el monto emitido y contó con la participación de más de 70 inversionistas de distintos sectores del mercado japonés como bancos, fondos de pensión, aseguradoras y fondos de inversión de la región. Los bancos agentes de la transacción fueron Nomura, Mizuho y Citigroup.
Emisión Samurai 2013
El gobierno mexicano había colocado un julio del año pasado un Bono Samurai en el mercado japonés por 180,600 millones de yenes, equivalente aproximadamente a 820 millones de dólares y se había a través de tres bonos no garantizados en el mercado japonés que buscaba captar recursos en yenes al costo más bajo en la historia, extender el plazo de la curva de rendimientos en yenes del Gobierno federal, y consolidar la presencia del Gobierno en el mercado de deuda japonés.
Esta colocación se dio en tres tramos distintos con vencimientos en 2016, 2018 y 2019, los cuales otorgan un rendimiento al vencimiento de 1.16%, 1.39% y 1.54%, respectivamente, y equivalen a un diferencial con respecto a la tasa de interés swap interbancaria de 80, 88 y 93 puntos base, respectivamente.
Las colocaciones a 3 y 5 años se lograron a una tasa de rendimiento y diferencial inferiores a los registrados en la emisión realizada en 2012 (las emisiones a 3 y 5 años del 31 de mayo de 2012 registraron un rendimiento de 1.29% y 1.56%, con un diferencial de 89 y 110 puntos base, respectivamente).
El Gobierno indicó que la transacción contó con la participación de más de 60 inversionistas de distintos sectores del mercado japonés, entre los cuales se encuentra el Japan Bank for International Cooperation (JBIC), al participar a través de su programa Guarantee and Acquisition toward Tokyo market Enhancement (GATE), así como una amplia gama de bancos, aseguradoras y fondos de inversión de la región.
El público inversionista recibirá rendimientos al vencimiento de 1.16%, 1.39% y 1.54%, para los plazos de 3, 5 y 6 años, respectivamente. El Gobierno sostuvo que dichos rendimientos son los más bajos en la historia tanto en yenes, como para cualquier emisión a tasa nominal fija para los plazos referidos.
Con la emisión del bono UMS2019 en yenes, se logró extender la curva de rendimientos a un plazo de 6 años, continuando así con los esfuerzos para consolidar la presencia del Gobierno en el mercado de deuda japonés.
La dependencia federal aseguró que la colocación de los Bonos Samurái en yenes con vencimientos en el 2016, 2018 y 2019 resultó en el costo de financiamiento más bajo que el Gobierno haya alcanzado tanto en yenes, como para cualquier emisión a tasa nominal fija a los plazos referidos.