En la actualidad, la información deja de pesar en nuestros discos locales, para asentarse definitivamente en lo que se conoce como “la nube” (cloud computing) donde tendremos acceso a los archivos sin necesidad de estar en un mismo lugar. Pero esto no es todo, también ha llegado a nuestro alcance el Cloud Server.
Entre los principales beneficios que encontramos en el Cloud Server, podemos destacar los siguientes puntos relevantes:
- Libertad para modificar todo el software de servidor de acuerdo a las necesidades. Esto incluye el núcleo del sistema operativo que no suele suceder con otros servicios como servidores virtuales privados.
- Estabilidad y seguridad. A diferencia de los servicios comunes, si otros usuarios sobrecargan sus servidores esto no tendrá ningún impacto en las prestaciones contratadas porque dentro de las características de este servicio los recursos están dedicados y su estabilidad está garantizada. Además de que los servidores de la nube no sufren de problemas de hardware.
- Probablemente, tienen el mejor desempeño relación estabilidad / costo. No sufren de los problemas habituales de hardware de los servidores físicos y todos estos son estables, rápidos y seguros.
- Por otro lado, los Cloud Server son económicamente más eficientes que los servidores dedicados estándar. Por un precio similar, con Cloud Servers se recibirán más recursos y su prestación será más rápida.
Otro de los puntos a mencionar es que los Cloud Server son fáciles y rápidos de actualizar en lo que respecta a sus componentes (CPU, memoria, espacio en disco).
¿Por qué tener un Cloud Server?
Cada vez más empresas están pasando de los servidores tradicionales de servidores virtuales en la nube, y muchas implementaciones basadas en servicios nuevos están comenzando en la nube. Sin embargo, a pesar de la inmensa popularidad de la nube, los despliegues se parecen mucho a las implementaciones de servidores tradicionales. Las empresas no están cambiando sus sistemas, aunque sí buscan mayor seguridad, y esta es una de las razones del cambio.
La clave está en que los servidores tradicionales requieren a seres humanos y tiempo, mucho tiempo para ponerse en marcha; en cambio, los Cloud Server se lanzan de forma automática y de acuerdo a la demanda, puede ser en cuestión de segundos o minutos.
Los servidores tradicionales se limitan a empresas físicas, y tienen un número finito para ponerse a su disposición; en cambio, los Cloud Server como un recurso virtual no tienen esa limitación física.
Asimismo, los servidores tradicionales están diseñados para servir a muchas funciones (a menudo por las limitaciones físicas antes mencionadas y requieren mantenimiento); los Cloud Server son generalmente diseñados para servir a una sola función.
En la nube, estas diferencias pueden desaparecer. La palabra clave es “puede”, claro está que debemos mirar los principales debates actuales y anuncios de servicios en la nube para que veamos que existe una clara falta de interés en aprovechar el muro derrumbado entre el servidor y el software.
