El concepto de solvencia hace referencia a la capacidad financiera, es decir, la capacidad de pago de una empresa para cumplir sus obligaciones de vencimiento a corto plazo así como los recursos que tiene para hacerle frente a dichas obligaciones.
Prácticamente la solvencia es una relación entre lo que una empresa tiene y lo que debe.
Para que una empresa o una nación se pueda declarar solvente, debe estar capacitada para liquidar sus pasivos contraídos, al vencimiento de los mismos y demostrar a través de diversos estudios o cálculos que puede continuar una trayectoria normal que le permita conservar dicha situación en el futuro.
Diferencia entre solvencia y liquidez
Para no confundir los dos términos, cuando hablamos de liquidez es porque se tiene el efectivo suficiente en cualquier momento de manera que nos permite hacer el pago de los compromisos anteriormente contraídos.
Hablar de solvencia es contar con los bienes y recursos suficientes para respaldar los adeudos que se han contraídos, aún cuando estos bienes no sean líquidos.
En pocas palabras, liquidez es cumplir con los compromisos y solvencia es tener los recursos (en efectivo o en bienes) pagar esos compromisos; cabe destacar que para tener liquidez se necesita tener solvencia previamente.