Tradicionalmente, los últimos meses del año son un momento en el que muchos ahorradores deciden invertir su dinero ya que abundan las promociones u ofertas de bonificación de determinados productos. En este contexto surge de la figura de la inversión en oro físico como una herramienta a valorar.
En primer lugar, debemos señalar que la inversión en oro físico ha vuelto a recuperar el pulso que vio retroceder en los últimos años. Aunque se trata de un mercado cíclico, es ciento que hubiera parecido por momentos que la importancia de la inversión en oro fuera disminuyendo, no obstante, los patrones de comportamiento de los tres últimos años indican todo lo contrario.
De hecho, no sólo desde el punto de vista de la revalorización del oro, sino también de la demanda de inversión en oro físico, fundamentalmente en lingotes certificados.
¿Por qué invertimos en oro?
Hay muchos factores por los que la inversión en oro sigue siendo una herramienta muy apreciada. Si tuviéramos que destacar los tres principales serían los siguientes:
- Valor sostenido: se trata de un activo que resiste muy bien los embates del mercado y que mantiene un valor sostenido e incluso una tasa de revalorización más o menos predecible
- Resistencia a los mercados: aunque no se puede escapar al 100% de la influencia de los mercados, probablemente la inversión en oro sea una de las de mayor descorrelación respecto a la evolución del mercado
- Valor refugio: tradicionalmente se considera al oro como un valor refugio, esto significa que es un modelo de inversión de buen comportamiento en mala época, y de mejor comportamiento en buena época. Tiene una mayor resistencia a las crisis que otro tipo de inversiones un
Además de lo anterior, lógicamente, además de todo lo anterior existen otros elementos como, por ejemplo, la percepción emocional de la inversión en oro, o la concepción histórica del valor del oro (no olvidemos que las economías del mundo se han sostenido en buena medida basando la relación de sus activos a sus reservas de oro)
¿Invertir en oro en 2021?
2021 está siendo un año diferente (por no decir raro o extraño) desde el punto de vista de la inversión. Es cierto que para inversores avezados o con experiencia no está siendo un mal año, no tenemos más que mirar como los índices de referencia de bolsa a nivel global, en general, han avanzado de manera interesante.
Pero, para el inversor con cierto sentido de conservación, todos lo que está ocurriendo tras la reactivación de la pandemia, la crisis de dos contenedores, etc. hace que el miedo a la exposición elevada a la renta variable u otro tipo de activos, esté muy presente.
Con todo esto, no son pocos los que vuelve la mirada al oro. ¿El motivo? Se espera una corrección al alza de su valor.
El precio del oro en el momento de escribir este artículo ha subido a 1792,3 en dólares la onza en el mercado de futuros de Nueva York. La tendencia también se confirma en el mercado de metales preciosos de Londres donde subió a 1556 € la onza.
La proyección en cuanto a su evolución en 2021 ha sido de mejora hasta el punto de que ha pasado de un factor negativo a prácticamente situarse en punto cero.
Como cierre, no podemos afirmar de manera tajante que la reactivación del precio del oro se vaya a producir en los últimos meses de 2021 o principio de 2022. Sin embargo, si se observan tendencias en el oro físico a valorar el precio y a su aumento. Recordamos que el valor del metal precioso en las últimas dos décadas ha subido por encima del 525%.
