Por primera vez en la historia se ha elegido a un papa latinoamericano, nos referimos al ciudadano argentino Jorge Mario Bergoglio (Francisco I) mismo que ha pasado la mayor parte de su carrera en Argentina supervisando templos y curas párrocos.
Tras la renuncia del ex papa Joseph Ratzinger (Benedicto XVI), Bergoglio, de 76 años, recibió la mayor cantidad de votos superando a los candidatos favoritos como el arzobispo de Milán, Angelo Scola, de 71 años, el arzobispo Odilo Scherer, de 63 años, brasileño de origen alemán y los cardenales de Nueva York, Timothy Dolan, de 63 años, y el cardenal de Canadá, Marc Ouellet, de 68 años.
Según su biógrafo oficial, Sergio Rubín, Bergoglio ha demostrado una aguda sensibilidad como también una humildad que sus colegas valoran mucho.
Cabe destacar que Latinoamérica es la región que tiene el mayor porcentaje de católicos en el mundo.
¿Quién es Francisco I?
De acuerdo con Rubín en una entrevista con The Associated Press, el arzobispo de Buenos Aires probablemente alentaría a los 400.000 sacerdotes en el mundo a salir a las calles para conquistar más almas. El biógrafo también ha mencionado que Francisco I tener una presencia discreta y su estilo personal es la antítesis del esplendor de la Santa Sede; Según el biógrafo “una cosa muy curiosa…en reuniones de obispos siempre quiere sentarse en las últimas filas. Esta sencillez cayó muy bien en Roma”.
Bergoglio también es reconocido por haber modernizado la Iglesia argentina, misma que se catalogaba entre las más conservadoras de Latinoamérica.
Cabe destacar que se le reconoce al flamante pontífice por su austeridad a pesar de ser el primero en la jerarquía eclesiástica argentina, nunca ha desembolsado en vivir en una elegante mansión arzobispal en Buenos Aires y en lugar de ello ha preferido una cama sencilla en un cuarto céntrico calentado por una pequeña estufa en invierno. Durante años el nuevo papa prefería moverse en transporte público por la ciudad y prepararse sus propias comidas.
Debido a su avanzada edad, Bergoglio ha disminuido un poco su actividad y ha sido víctima de los efectos de la extirpación de un pulmón debido a una infección que padeció de adolescente.
Francisco I es considerado moderado con mentalidad flexible, aunque sus posiciones doctrinales y espirituales condicen con el legado de Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Bajo el dogma católico, Bergoglio no pudo impedir que Argentina fuera el primer país latinoamericano en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, ni tampoco que la presidenta Cristina Fernández promoviera anticonceptivos e inseminación artificial gratuita. Incluso, cuando Bergoglio indicó que las adopciones de niños por parte de homosexuales eran discriminatorias contra los niños, la presidenta comparó su afirmación con “la época medieval y la Inquisición”.
Su biógrafo categoriza la expresión de la presidenta argentina como una caracterización injusta, afirma Rubín, quien escribió “El jesuita”, la biografía autorizada de Bergoglio.
Críticas y cumplidos
Entre las críticas más fuertes hacía el nuevo papa se encuentran las acusaciones de no haber enfrentado públicamente a la dictadura militar de 1976-1983, cuando las víctimas y sus familiares solían denunciar secuestros, tortura y muerte a los sacerdotes que supervisaba como líder de la orden jesuita en Argentina.
En realidad, la carrera de Bergoglio se ha concentrado en la obra social. Uno de los discursos más impactantes durante el 2012 por parte de Francisco I fue que la acusación acerca de la hipocresía a otros religiosos por olvidar que Jesucristo bañó a leprosos y comió en compañía de prostitutas.
En palabras de Bergoglio durante esa declaración: “en nuestra región eclesiástica hay presbíteros que no bautizan a los chicos de las madres solteras porque no fueron concebidos en la santidad del matrimonio…Estos son los hipócritas de hoy. Los que clericalizaron a la Iglesia. Los que apartan al pueblo de Dios de la salvación. Y esa pobre chica que, pudiendo haber mandado a su hijo al remitente, tuvo la valentía de traerlo al mundo, va peregrinando de parroquia en parroquia para que se lo bauticen”.
Bergoglio a su vez comparó dicho concepto del catolicismo con los fariseos de la época de Cristo: los que se autoelogian a la vez que condenan al prójimo.
Palabras finales de Francisco I
“Jesús nos enseña el otro camino: salir a dar testimonio, salir a interesarse por el hermano, salir a compartir, salir a preguntar, encarnarse…Clericalizar la Iglesia es hipocresía farisaica. La Iglesia del ‘vengan adentro que les vamos a dar las pautas acá adentro y lo que no entra no está’, es fariseísmo”.