Para el 2023, mexicanos invertirán más de 3 mil pesos al año en cerveza
Los motivos por los cuales los mexicanos eligen en qué alimentos o snacks invertir su dinero son variados. Llama la atención que la conocida “canasta básica”, que por su nombre, debería ser para todos todos igual, no sea así. Algunos, por su mayor poder adquisitivo, incluyen en esta canasta algunos bienes que no son tan necesarios en realidad y pasarían a convertirse en antojos.
En términos de economía, en México se utiliza la canasta básica para poder realizar el cálculo de la inflación. Sucede así porque a través de ella se puede diferenciar entre aquellos alimentos indispensables que una persona puede adquirir en base a su salario y aquellos que, en caso de una subida de precio, ya no puede.
Hay un producto que desde siempre ha sido muy consumido por todos: los refrescos. Una bebida que puede tomarse en cualquier momento del día y de la semana, para calmar la sed o como un simple acompañamiento de los alimentos.
Sin embargo, la industria cervecera está teniendo mucho crecimiento durante este último periodo. Esto se debe a que, tiempo atrás, los mexicanos solían tomar cervezas solo para festejar o como una bebida de fin de semana, pero ahora la consideran como una opción más cotidiana.
Estadísticas y posibles motivaciones de cambio
Al día de hoy, el consumo de refrescos está disminuyendo, pues están siendo reemplazados por bebidas energéticas y alcohólicas. El portavoz de DULCEHOGAR, Santiago Hernández, resaltó que la industria cervecera, como bebida independiente, ofrece una amplia variedad de presentaciones, marcas, formatos y mezclas. “El sector está creciendo y la demanda también, cada vez son más las personas que optan por consumir cervezas light y ultra”, expresó.
Según los datos de Kantar Worldpanel México y Statista, los mexicanos aproximadamente gastan 3 mil 292.77 pesos en cerveza al año, y para los refrescos, gastan 3 mil 200 pesos. Lo cual se traduce en un total de 63 y 61.5 pesos a la semana, respectivamente.
Aunque esta variación responde a la diferencia de precios, ya que la cerveza cuesta más que la gaseosa, también se da por la preferencia. La población ya no sólo quiere consumir una bebida refrescante sino que quiere cuidar su salud evitando el consumo de azúcar. Las gaseosas, que son altas en contenido de azúcar, no ofrecen este beneficio que la cerveza sí.
Así como las personas ahora tratan de ejercitarse más y estar fitness, la industria de “lo natural” ahora incluye a estas bebidas. Este movimiento orgánico motiva a consumir un producto que presenta nutrientes en su composición. Debido a esto, se estima que para el 2023, el gasto de cerveza per cápita se incrementará un 19.6 %, que se traducirá en 3 mil 937.3 pesos al año por más de 60 litros de cerveza.
Otros datos sobre consumo que reveló Kantar Worldpanel México fueron las preferencias. Así, 4 de cada 10 litros consumidos son de cerveza clara, la más consumida en México. El 37.2 % de consumidores prefieren las cervezas light, y en menor grado se consume la obscura, con solo 19.4% de preferencia.
Otros hábitos de consumo
Si bien el consumo de refrescos o bebidas alcoholizadas han generado estadísticas por sus cambios en la preferencia, hay otros gastos que realizan los mexicanos respecto a alimentación.
Es el caso de la botana, pues 7 de cada 10 pesos son destinados a la compra y consumo de botanas saladas. Este dato también fue proporcionado por el Kantal Worldpanel México, que realizó un estudio sobre la compra de snacks y consumo de los mismos en casa y fuera de casa. Para dicho estudio, se monitoreo de manera constante 8 mil 500 hogares en 6 áreas geográficas del país.
Siguiendo con la preferencia del público de mantener una alimentación más sana, mencionado líneas arriba, Ainiaforward presentó otro estudio en el que concluyó que los frutos secos y las galletas son los snacks que lideran los porcentajes de consumo, con un 41% y 53% respectivamente. De igual modo, el 70% de los encuestados refirieron que consideran a un snack saludable cuando está elaborado por fruta, avellana, nueces, aloe vera, quinua, almendra o aceite de frutas secas.