Desde hace ya algunos años, el término ‘nini’ se usa para describir a aquellos jóvenes que “ni estudian, ni trabajan”. El número de desempleados en México ha crecido en los últimos tiempos. De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Educación y Empleo elaborada por el Inegi, actualmente hay 3,9 millones de personas en esta situación.
Pero los ninis tienen una repercusión importante en el crecimiento del país. Se estima que este grupo poblacional le cuesta al país cerca de 194 millones de pesos anuales, lo cual significa el 0.9 % del Producto Interno Bruto, de acuerdo con un reporte de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), publicado en enero del año en curso.
No obstante, los estudios suelen ser un tanto imprecisos, pues hay diversos factores que pueden afectar estos números. Las variables incluyen la localidad en que los ‘ninis’ viven, el entorno del hogar y las condiciones propias del individuo. Por ejemplo, hay quienes se dedican de manera voluntaria a labores del hogar, mientras otros lo hacen porque no tienen otra elección.
Por otro lado, hay especialistas que sostienen que no debe hablarse de ‘ninis’, sino más bien de una “población joven de interés” que no puede ejercer sus derechos de conseguir un empleo o de recibir educación es una institución. Para el Inegi, para mediados de 2017 el total de jóvenes en esta situación alcanzaba los 443.000. De este total, el 90 % son hombres.
Pero las cifras son relativas, pues se trata de un sector de la población que permanece desocupado por periodos y que varía de un trimestre a otro. Algunas variables relacionadas a este fenómeno son el tamaño de la localidad o el entorno. Esto es muy común en aquellos lugares agrícolas.
Si bien estas cifras son mucho menores que los 7 millones que sostienen algunos documentos, los más de 400.000 jóvenes desocupados son un síntoma de que hay trabajo por hacer para mejorar las políticas públicas, de modo que la población joven tenga acceso a los derechos más básicos: educación y empleo. La pobreza y marginación son algunos de los problemas que golpean al país y que deben superarse.
Valentina Huertas, portavoz de ZONAPADRES, señala que es comprensible quienes por factores externos no logran productividad, sin embargo, ¿qué ocurre con el resto? ‘’¿Por qué quienes sí tuvieron acceso a todos los servicios de educación y salud no producen? Creo que en estos casos la enseñanza es un factor clave. Al criar a nuestros hijos es indispensable enseñarles el valor del esfuerzo. Es nuestra obligación como padres inculcar valores que eviten la pereza y desidia, para en futuro no se encuentren en un estado de inactividad’’, manifestó.
También es importante considerar que la inactividad laboral también se relaciona con el mercado de trabajo a nivel local. Las situaciones son distintas en el norte y sur de México, por lo que hay que considerar los distintos escenarios sociales.
En cuanto al número de ‘ninis’ varones, la cifra aumentó entre 2000 y 2010, sobre todo en el norte del país. Por otro lado, el número de ‘ninis’ femenino disminuyó debido a una mayor asistencia escolares, participación económica y las labores domésticas. La inactividad juvenil, en tanto, se concentra en jóvenes que atraviesan las últimas etapas de su adolescencia (en el norte), mientras que en el sur de trata de aquellos que se encuentran en plena juventud.
El problema no solo afecta a México. En todo el mundo la juventud ha sido golpeada por el desempleo, cuyas causas van más allá de la crisis económica. La informalidad del empleo es un factor que debe abordarse en nuestro país. Un mercado regulado también contribuirá a solucionar el problema.