Después de mucho tiempo estudiando, por fin logramos obtener un título o bien, graduarnos. Y en ese momento, ¿qué haremos? Algo difícil de saber y de predecir, pero aquí les ofrecemos algunos consejos de los puntos a tener en cuenta cuando termina su carrera de grado.
- Dónde vivir
Muchos de los graduados eligen seguir viviendo con sus padres, pero otros deciden mudarse a un departamento. Lógicamente, la segunda opción tiene muchos gastos fijos. Otro buen punto sería compartir el departamento con uno o más amigos.
La renta es un gasto fijo, pero piensa que si pudieses ahorrar ese dinero, podrías juntar más rápido el dinero para hacerte de una vivienda propia.
- Ahorrar para el retiro
Al trabajar en una empresa y estar en nómina, tendrás aportes a la afore que hayas elegido. También hay que tener en cuenta que estos montos acumulados, no serán suficientes como para tener un retiro cómodo. Por ello, es necesario ahorrar para complementar esto, sea con aportes paralelos, o mayores descuentos.
- No te olvides de los seguros
Pese a que recién te hayas graduado, debes proteger tu pequeño patrimonio que estás acumulando. Si vamos a comprar un departamento, un seguro de hogar es fundamental, o si tienes un coche, no podemos dejar de lado una cobertura contra robo.
- Planear
Debemos fijarnos metas tanto de corto como de largo plazo. Asimismo, realizar un plan financiero en torno de ellas para poder alcanzarlas.
Es triste ver a los jóvenes a edades maduras que aún no saben que quieren de su vida.
Y el último consejo al que añado mi experiencia personal, es el de ahorrar siempre y todo lo que se pueda a través de instrumentos financieros. Si guardamos los billetes bajo el colchón, cuando vayamos a por ellos, seguirán estando allí, con el mismo número impreso. Sin embargo, si los colocamos por un largo tiempo, y cada vez ampliamos más los montos, a través de un instrumento financiero (bonos, acciones, fondos comunes de inversión, fideicomisos, etc.) nuestro dinero acompañará al menos el efecto inflacionario, y no veremos reducida nuestra capacidad de compra o poder adquisitivo de la moneda.