La economía mexicana está mostrando señales de crecimiento moderado de cara al cierre de 2024.
Aunque se proyecta un crecimiento económico de entre el 2.5% y el 3.5% para todo el año, los últimos meses podrían estar influenciados por factores externos, como la desaceleración de la economía de Estados Unidos y las tensiones geopolíticas globales.
Sin embargo, la demanda interna sigue siendo el motor clave para sostener el crecimiento, impulsada por un aumento en el empleo y el crédito.
Factores clave para el cierre de 2024
Uno de los principales impulsores de la economía en este último tramo del año es la estabilidad del peso mexicano, que ha mostrado un desempeño positivo frente al dólar gracias al fenómeno de la relocalización de empresas (“nearshoring”). Esto ha atraído inversiones extranjeras, sobre todo en sectores como el manufacturero y tecnológico.
Por otro lado, la inflación sigue siendo una preocupación, aunque se espera que continúe moderándose. El Banco de México ha mantenido altas las tasas de interés para contener la inflación, lo que podría seguir limitando el acceso al crédito en algunos sectores. A pesar de estos retos, la economía mexicana se mantiene resiliente.
¿Qué puede afectar el crecimiento?
Aparte de los factores internos, el crecimiento de México también está condicionado por el panorama global. La incertidumbre en torno a los precios del petróleo y la inflación global podría afectar la balanza comercial.
Además, la desaceleración de Estados Unidos impactará directamente en las exportaciones mexicanas, lo que puede ralentizar el crecimiento en el último cuatrimestre.
Aunque se espera que México cierre 2024 con un crecimiento moderado, habrá que prestar atención a cómo evolucionan la inflación y las condiciones económicas internacionales.
