Tres motivos por los que no consigues ahorrar

Para muchas personas el hecho de no poder ahorrar es una frustración, pero, no siempre se analizan los motivos por los que realmente no es posible lograr un ahorro sostenido. Vamos a tratar de repasar algunos de estos motivos.

COMO AHORRAR

Para empezar, obviamente, existen motivos de peso ante los que es complicado aportar soluciones. Por ejemplo, en una situación de ingresos escasos frente a gastos superiores a los ingresos.

En este tipo de situaciones el ahorro no es lo importante si no cómo salir del atolladero económico y buscar opciones de estabilizar las finanzas personales.

En este caso nos referimos a aquellas economías que, con unos ingresos medios o normales, y con unos gastos equiparables, no son capaces de generar ahorro cuando podrían llegar a hacerlo.

No consigues ahorrar porque no tienes un presupuesto

Este es uno de los motivos más habituales por los que no se consigue ahorrar. Es importante tener en cuenta que el presupuesto no es solamente un papel en el que podemos consignar los gastos y los ingresos. Es mucho más.

Para empezar, para tener un buen presupuesto habrá sido necesario un proceso de análisis de nuestra economía personal, en el que hablemos valorado la relación entre lo que ganamos y lo que gastamos. Y, probablemente, hayamos descubierto áreas de mejora en nuestro gasto.

Es precisamente a través de este estudio, de la optimización del gasto y del uso a rajatabla del presupuesto de dónde se pueden obtener los mejores resultados a la hora de liberar cantidades de dinero para poder ahorrar.

No consigues ahorrar porque no eres constante en el ahorro

El ahorro parte de un concepto básico en el que es necesaria la constancia. No será posible plantear el ahorro si éste no es constante y sostenido ya que, cuando es irregular, suele ser vencido por el exceso de consumo.

La constancia no es exclusivamente una característica que traemos con nosotros al hacer. De hecho, los hábitos se pueden entrenar y resulta muy saludable hacerlo (los hábitos saludables). El hábito del ahorro es uno de los más saludables para nuestras finanzas.

La motivación para obtener el hábito del ahorro puede ser variada, pero generalmente se basa en ser capaz de visualizar los objetivos que se pueden lograr a través del ahorro y la constancia.

Es importante que establezcas objetivos, tanto a medio como a largo plazo. Los objetivos a medio plazo son los más relacionados con la gratificación inmediata, los objetivos a largo plazo son los que buscan la solvencia de un poder adquisitivo el día de mañana.

¿No sabes cuánto ni cómo ahorrar?

Este es un compendio de dos factores que a veces atascan las buenas intenciones de ahorro.

No existe un porcentaje de ahorro adecuado con carácter universal. En general se podría decir que cuanto más puedas ahorrar mejor, pero tampoco hay que olvidar el consumo como una parte satisfactoria de nuestras finanzas. Hay que buscar la combinación.

A partir de un 10% de los ingresos brutos es un ahorro aceptable. Sin embargo, si sólo es posible ahorrar un 5% hay que hacerlo. Es mejor ahorrar una pequeña cantidad final.

En cuanto a la fórmula de ahorro lo ideal es comenzar construyendo un fondo de emergencia. Los fondos de emergencia se componen de al menos un semestre de gastos cubiertos. Posteriormente ya podemos comenzar a utilizar las siguientes aportaciones al ahorro con carácter de búsqueda de rentabilidad.

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